Por Francisco De La Calleja

       Todo comenzó de una manera bastante banal. Turistas canadienses que vacacionaban en México y el Caribe regresaban a sus hogares infectados con una extraña variedad de virus tropicales. No, no era la Malaria o el Zika pero algo más insidioso: Merengue, Bachata y Salsa. Tan pronto como llegaron a casa, estos felices turistas actuaron como patógenos y propagaron su enfermedad incluso a aquellos que nunca han viajado al sur. Y hoy estamos hablando de una pandemia.

        Vivimos en un mundo cruel y peligroso, pero como ciudadanos de Canadá, tenemos la costumbre de confiar a las autoridades competentes la tarea de mantenernos al resguardo, o al menos, informados de posibles amenazas a nuestro modo de vida. No soy alguien que crea mucho en teorías de conspiración, pero hay hechos perturbadores a nuestro alrededor que son claramente el efecto de este fenómeno. Se llama baile latino. Y sus efectos son intimidantes.

         Tomemos el caso de Clifford. Se describe a sí mismo como un hombre exitoso. Joven, en forma y bien parecido. de buena familia y bilingüe además. Tiene varios diplomas de todas las buenas universidades. Una carrera floreciente con un salario de seis cifras. Conduce un coche alemán del año. Sin embargo, Clifford no se siente tan bien como lo sugiere su página de Facebook. "Mi última novia me dejó porque no bailo. Ella dijo que yo era aburrido. ¡Yo! ¡Aburrido! Puedo bailar mejor que la mayoría. Todo lo que necesito son varios tragos de tequila ", dijo, con la tristeza haciendo temblar su voz.

         Los profesionales de la salud mental también se ven sacudidos por esta tendencia. "Casi todos los clientes a quienes yo trato por depresión o ansiedad reorientaron su terapia cuando comenzaron a aprender bailes latinos", nos dijo Rosie, una psicóloga que también solicitó el anonimato. "Es una realidad con la que tengo que lidiar todos los días. "

         "Tengo que trabajar muy duro estos días para llegar a fin de mes", dice Rocky, un entrenador profesional en un gimnasio en el centro de la ciudad. "La gente simplemente no viene a entrenarse tan a menudo como antes. Mis propias amigas prefieren esta nueva moda, el baile latino, alegando que pierden peso y además, se divierten. ¡Divertirse! ¿Qué pasó con trabajar duro y sufrir para ser bella como antes?"

         Fiona, gerente de una conocida compañía de streaming de televisión de películas se mostró desafiante ante la reciente y brutal disminución de las suscripciones: "La gente no puede bailar salsa y bachata las veinticuatro horas del día. En algún momento, tendrán que sentarse frente a sus pantallas HD. Pero estamos tratando de producir más contenido relacionado con el baile, especialmente el baile latino ", agregó, antes de pedir el anonimato.

        Suzy, una agente de viajes, ha tomado todas las medidas posibles para sobrevivir: "Ya no vendo destinos de sol", dice. La gente sigue reservando vacaciones en Cuba, México, República Dominicana, Venezuela y Colombia. Pero ahora estoy vendiendo destinos de baile. Los consumidores exigen que los hoteles estén ubicados cerca de clubes de baile, y estoy hablando aquí de clubes de baile latino. No quieren quedarse atrapados en los complejos hoteleros con música de tipo Boom-Boom-Boom. Así que vendo muchos viajes a hoteles cerca de clubes locales y cruceros temáticos de baile latino. "

        Todo esto nos lleva a hacer preguntas. Rupturas amorosas, disminución de ingresos en las industrias de ejercicio y salud mental, preocupaciones en el sector de las telecomunicaciones y cambios telúricos en la industria de viajes. Todo esto como consecuencia directa del baile latino.

       Puede ser que todavía no haya llegado el momento de entrar en pánico, pero los ciudadanos afectados por este fenómeno pueden preguntarse y con razón, qué tienen que decir al respecto las autoridades competentes. Sin embargo, una búsqueda rápida en los sitios web del ministerio de la Salud del Canadá y en Ministerio Provincial de la Seguridad Pública no encontró ninguna mención de esta tendencia inquietante. No hay ahí una sola palabra sobre el baile latino. ¡Misterioso por cierto!

        Ciertamente, la práctica del baile latino sigue siendo legal en este país y, en un pasado muy reciente, incluso fue vista favorablemente por muchos, especialmente los padres de familia que intentaban convencer a sus niños y adolescentes de abandonar los teléfonos dizque inteligentes y tabletas electrónicas para hacer ejercicio y aprender a socializar. Queda por ver si, como sociedad, estamos listos para sufrir los efectos secundarios del baile latino a cambio de sus beneficios.

        Para terminar y a nivel personal, tengo un pequeño consejo para usted sobre el baile latino: si usted quiere hacerlo es asunto suyo, pero por favor, infórmese de todos los hechos y no se queje más tarde de que no estaba avertido.

         Para proteger la vida privada de los interesados, todos los nombres son ficticios.