Por Francisco De La Calleja

Bienvenida al baile latino. Quieres bailar, pero eres nueva en esto y no conoces a nadie más que algunos amigos de la clase de baile que te invitaron a este club o social. Entonces ... ¿cómo vas a conseguir que todos esos bailarines vengan aquí y te inviten a bailar? Y una vez que lo hagan, ¿cómo vas a lograr que vean más allá de tu nivel de principiante y te inviten de nuevo a bailar? Les preguntamos a muchos muchachos (que también quieren bailar) y esto es lo que sugirieron:

Lo mejor que puedes hacer es encontrar un lugar para sentarte o, mejor aún, quedarte de pie al borde de la pista de baile. Esto me dice que quieres bailar. Sonríe y muévete al ritmo de la música. Esta es una señal de que lo único que te falta es un compañero de baile. Yo o uno de mis compañeros guías estaremos allí en breve.

Pero te evitaremos como a la plaga si estás:

1. Sentada frente a una mesa llena de vasos licor ya vacíos.

2. Completamente absorbida en tu teléfono.

3. Sentada con los brazos cruzados, frunciendo el ceño y quejándote de que nadie quiere bailar contigo.

Además, en un club, nunca te sientes en el bar si has venido a bailar. El bar está reservado para las chicas que vienen con el propósito único de coquetear con los chicos, aceptar bebidas y cualquier otra cosa que suceda desde allí.

Por favor, no te sientes en un círculo estrecho de más de tres amigas mujeres. Algunos chicos lo pensarán dos veces antes de arriesgarse a ser rechazados frente a tantas chicas.

Todos sabemos que el volumen de la música está muy alto, pero no te hagas la sorda cuando yo venga, sonría, diga algo como "¿te gustaría bailar?" y cortésmente ofrezca mi mano señalando hacia la pista de baile. No invadiré tu espacio personal solo para asegurarme de que escuches mi galante invitación.

No tienes que ser de una belleza fatal. Una sonrisa es el accesorio más hermoso que puedes ponerte cuando vas a bailar. Pero por favor no olvides el desodorante.

Por favor, vístete para bailar. Si te vistes como un sueño erótico pero no puedes levantar el brazo para dar una vuelta bajo el mío porque tu vestido subirá demasiado alto para un programa sin supervisión parental, me aburriré y te mortificarás. Ponte zapatos en los que realmente puedas bailar, no zapatos para lucir pierna cuando estés sentada.

Puede que yo no sea el tipo más guapo en el lugar, pero me gustaría regresar a casa con dos ojos funcionales y una cara sin cardenales. Así que, por favor, cola de caballo baja y si llevas trenzas, ¡no les pongas cuentas, por favor!

Si aceptas mi invitación a bailar, lo mejor que puedes decir es simplemente: ¡Sí, gracias! Sonríe y camina hacia la pista de baile con propósito, como si ya estuvieras segura de cuánto nos vamos a divertir bailando juntos.

Si por alguna razón tienes que rechazar mi invitación, hazlo lo más diplomáticamente posible, da las gracias, sonríe, dame una razón plausible y dime cuando puedo volver a buscarte más tarde. Te prometo que lo haré.

Por favor, no me pidas que baile con tu amiga sentada a tu lado si tienes que rechazar. Si ella realmente quiere bailar conmigo, le toca a ella animarse y proponer.

No hay necesidad de mencionar tu nivel o el mío antes de comenzar a bailar. Si eres principiante, lo sabré en menos de un minuto. No me importa, si le pones ganas, bailas tu propia parte y sonríes, lo pasaremos bien y me quedaré con el anhelo de volver a bailar contigo porque sé que con una actitud tan buena mejorarás rápidamente.

No intentes impresionarme con un estilo excesivo en todo lo que hagas. Los desplantes de diva fuera de un espectáculo no le van bien más que a las pretenciosas. Mírame, sé presente, sonríe. Ríete si quieres. Está bien hablar también, tanto como lo permitan las vueltas.

Si alguno de nosotros comete un error, aprenderé mucho sobre qué tipo de persona eres por la forma en que reaccionas. No te disculpes si lo hiciste y no te enojes si yo lo hice. Todavía estoy aprendiendo y sospecho que eres lo suficientemente inteligente como para saber eso sobre ti también. Sonriamos y a seguir bailando.

Trataré de mantenernos a ambos fuera de peligro, pero te agradeceré si tú también mantienes los ojos abiertos. En la pista de baile eres mi espejo retrovisor. Si estamos involucrados en una colisión, me detendré para asegurarme de que tú y la otra pareja estén bien. Pero a menos que tengamos que llamar una ambulancia, deberíamos intentar de terminar el número.

No aceptes una invitación de baile mía si tu objetivo es hacer que otro chico se ponga celoso. Me sentiré usado como tú te sentirías si se invirtieran los roles.

Al igual que a ti no te gustaría verte obligada a permanecer en la pista con el mismo tipo sin saber por cuánto tiempo, no me monopolices después del primer baile. Pero me sentiré como un millón de dólares si, mientras te acompaño a tu asiento, me preguntas cuándo podemos compartir otro número.

Cuando te acompañe a la pista de baile y de vuelta a tu lugar te tomaré la mano. Esto es sólo buenos modales. No leas nada más en ello. Compartir un baile es quizás el comienzo de una gran amistad, pero todo comienza con un primer paso. Espera hasta que nos conozcamos mejor.

Por último, ¡no seas tímida! Si lo deseas, puede invitarme a mí o a cualquiera de mis compañeros guías a bailar. Después de todo, estamos en el siglo XXI.